KALONIKO-NYKUR
(UN POCO DE TODO)
E
R R O R E S
por Nykur
Hay infinidad de razones por
las que podemos cometer un error, pero, como analista, comprimiré todas ellas
en tres:
º Por conveniencia propia -
90%
º Por miedo - 9%
º Por ignorancia – 1%
Si analiza usted cada uno de
sus errores, se dará cuenta que, en una u otra forma, lo guían a cualquiera de
estas tres razones. No he definido aún si fue la conveniencia propia quien
parió al egoísmo y la ambición, o al revés. Si el miedo nos lo graban por
tantas amenazas veladas o directas que recibimos desde que nacemos hasta la
fecha, y si les conviene que seamos ignorantes para mover el rebaño con mayor
facilidad.
Lo cierto es que cada vez
que cometemos un error, decimos
automáticamente: “ ¡Es la última vez!“.
¿Tenemos un tope o contador
de errores máximo en nuestra vida? Pues, fíjese que no, lo que significa que
puede estar en su lecho de muerte cometiendo uno más, pleno de ignorancia
confiado en que quien tiene junto a usted, le hará caso. La gente cambia como
lo hacen los días y, como dicen los que gustan de repetir las frases que otros
escriben: “Todo lo que tú no hagas, está mal hecho“.
Ya sé lo que está pensando,
que todavía no le he dicho nada que le sirva, aunque sea un poco, antes de
posiblemente cometer un error. Está bien, aquí le va: cuando no esté seguro de
qué sendero tomar ante los que tiene frente a usted, primero no se haga caso de
nadie pero escúchelos, segundo, véase en el futuro en cada una de las posibilidades
que puede tomar, y tercero y si puede, consulte con la almohada: es casi seguro
que al despertar, con toda la información ya procesada que dio a su mente y
jamás anteponiendo su conveniencia propia ni el miedo, tenga clara la respuesta
en todo su interior. Recuerde siempre que la vida es bella, pero los humanos la
complicamos.
UNA POESIA, de Nykur
Sabrás amar las hojas
del otoño
sentada en cualquier
banco del paseo,
sabrás reír en tardes
abrileñas
y llorar con las
nieves del invierno.
Sabrás acariciar las
florecillas
que crecen a los
lados del sendero,
sabrás, quizás, besar
labios extraños
y sabrás olvidar el
amor muerto.
Sabrás todo eso y más
y, sin embargo,
nunca sabrás lo mucho
que te quiero.
Y un día, en el vagar
que nos impele,
aprenderás la duda y
el silencio
y sabrás acordarte de
plegarias
que tenías olvidadas
con el tiempo.
Sabrás todo eso y
más. Sabrás que un día
una mortaja cubrirá
tu cuerpo,
que las tardes de sol son fugitivas
y sabrás cómo beben
los sedientos.
Todo esto y más
sabrás y, sin embargo,
nunca sabrás lo mucho
que te quiero.
EL
PROGRAMA PERFECTO
Kalóniko
Muchos piensan
que la salud es lo más valioso que tiene el
ser humano.
Otros afirman que su dinero, pues con él
pueden
lograr salud y
felicidad. Algunos creen que, por medio
de reencarnaciones, adquirirán la
perfección, mientras que
muchos culpan
al llamado karma de todas sus desgracias,
aceptando
resignados.
Muy pocos en
el planeta reconocen el valor del conocimiento,
que no es sino
la palabra mágica que desapareció del
diccionario de
la humanidad para su propia decadencia,
cuando se
trata nada menos que del programa básico de
software. El conocimiento nos conduce, desde antes de
nacer, hacia
la forma completa y perfecta de la vida.
Nada en el
cosmos se mueve si no es por este conocimiento
y la sabiduría
que lleva con él. Tal vez un Ser Supremo
creó
un Todo
perfecto, sin exclusiones de ninguna especie.
De ser verdad,
al ser humano sí lo desarrolló entonces
perfecto y le
dio además un don, llamado libertad.
El conocimiento vino a ser para el humano el programa de
software
perfecto en beneficio del usuario, y al estar ya
completo nació
y se reprodujo. Tenía, pues, la facultad
para ser
feliz, gozar de la paz, armonizar con la naturaleza y
convivir con
sus congéneres y animales. Podía experimentar
el amor, la
sensación creativa que producen atardeceres y
amaneceres lo
sensibilizaban para sentirse parte del cosmos,
las flores lo
hacían dichoso porque su aroma y belleza así
lo
transmitían. Ninguna ola de mar era igual a la que precedía,
por lo que su
observación lo llevó a ser parte de la
naturaleza
siempre cambiante, nunca perecedera. Todo el
cosmos,
cualquier existencia, se movía gracias al Programa
Perfecto de
Software depositado. Todo menos el humano,
quien gozando
del conocimiento no se conformó hasta
buscar la
libertad absoluta que su Creador le había otorgado
hasta llegar a
juzgarlo, alterando rutinas precisas del
programa que
podían causar el fracaso del Sistema. Lo
primero que
apareció en su mesa de trabajo fueron puntos
de rescate,
como: Ambición, Envidia, Avaricia, Lujuria y
otros, sin
contar que sus mismos descendientes siguieron
enfrascados en
el diagrama con cambios peligrosos al
Software hasta
lograr la Violencia, la Corrupción, Anarquía
y al final
Maldad generalizada.
Fueron tantas
las alteraciones, que terminó por crear un
auto-virus
para su propia destrucción y las enfermedades
se desbocaron
perdiendo de pronto la dirección original
en memoria
para el reinicio del Programa: se fue la Salud,
ignoró cómo
ser Feliz y se borró el sector de la Paz. Y en
un despliegue
de pantalla tenebroso, apareció entonces la
Muerte. Poco a
poco fue perdiendo la memoria del
conocimiento original
perfecto, no pudiendo ahora
conseguir su
Salud con el simple pensamiento,
porque su
paquete de proceso fue alterado definitivamente.
Ya no siente
su Armonía, ni la Creatividad, o le cuesta mucho
trabajo con
algún parche que se borra de inmediato. La
Prosperidad,
el Amor y el Agradecimiento se han convertido
en paquetes
adicionales muy costosos que nadie quiere
comprar. En
fin, dejó de tener acceso al Programa Perfecto,
para seguir
con el laberinto de rutinas lógicas del Programa
de la
Destrucción.
¿Qué hacer
entonces? ¿dónde quedó el paquete
original?
¿tendremos que
llamar a las puertas del Creador para
conseguirlo, o
algún ignorante de los que se sienten sabios
y perfectos puede programar algo que sea
igual o mejor?
¡no lo creo! Siento
que todos unidos debemos buscar
desesperadamente
ese paquete perfecto para, con la
misma
desesperación, recargar de nuevo a casi la totalidad
de seres
humanos, pues corremos el riesgo de perder
para siempre
nuestro Software Original.
PENSAMIENTOS DE LA SEMANA,
de Nykur
“Es preferible
tener un solo amigo inteligente que veinte
amigos
tontos“.
“La persona
que más sufre es quien espera algo positivo
de los demás“.
¿CUÁNTOS
CABALLOS TIENE USTED?
En la antigua
Roma se consideraba rico a quien poseía
al menos un
caballo y además era miembro de la Orden
Ecuestre.
Aquellos que poseían caballos tuvieron, además,
que adoptar la
“moda bárbara“ de los pantalones. Les
llegó de
Esparta el perizoma, consistente en
calzones muy
estrechos y
cortos que, después de analizar, los vistieron
al darse
cuenta que protegían de rozaduras. En el presente,
poseer 525
caballos o más (HP) en un Rolls Royce o
cualquiera de
alta gama, también es signo de riqueza.
Por fortuna,
los que conducen tales autos no necesitan
adoptar
determinado tipo de vestuario.
Kalóniko
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BLOG: 26abril2014
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