sábado, 4 de marzo de 2017

KALONIKO-NYKUR
                    UN POCO DE TODO
                               (Blog # 152)        

MITOS Y REALIDADES
                                  por Kalóniko
                                      LA CAJA DE PANDORA

La hermosa Pandora, al casarse con el Dios Zeus, recibió una intrigante caja cuyo contenido ella ignoraba, para ser depositada en la Tierra sin  abrirla, pero la intriga la traicionó.

Cuentan que en aquel entonces los humanos no conocían enfermedades, ni vicios, ni pobreza, ni tampoco sentimientos.

Cuando la curiosidad de Pandora se apoderó de ella por saber lo que contenía aquella misteriosa caja, la abrió, dejando salir de su interior todo los males capaces de contaminar a los humanos con sus desgracias, enfermedades, violencias y todo lo más terrible, pero además salieron los bienes, quedando solo LA ESPERANZA atrapada cuando Pandora asustada violentamente cerró la caja. Los bienes a su vez subieron al Olimpo y allí permanecieron junto a los dioses.

Pandora, arrepentida, corrió hacia los humanos a consolarlos hablándoles de LA ESPERANZA a la que siempre podrían acudir, pues estaba a buen recaudo y dispuesta a ayudarles en sus desventuras.


                      Hola, soy Nykur Groen
    (¿SERA VERDAD QUE EXISTE?)
                      ¡NO ESTOY LOCA! ¡NO FUE UN FANTASMA!
   
Soy madre soltera. El padre de mi hija me abandonó al enterarse de mi embarazo y durante 15 años la he criado sin tener jamás ninguna relación con otro hombre. Vivimos al día en un departamento modesto y nos llevamos muy bien las dos, educándola lo mejor que puedo.

Un fin de semana salimos casi todo el día y regresamos a media tarde para comer, pero al entrar en el apartamento sentí que había algo extraño en él. Mi hija no lo sintió por lo que se asustó al ver mi expresión mirando todo alrededor.

De pronto se abrió la puerta de mi habitación y en el marco apareció un hombre de cierta edad con algo que me dijo no ser peligroso en ningún sentido, lo que tranquilizó todo lo que tenía en mente. Era muy alto. Al principio pensé que se trataba de un ladrón, pero al abrirse más la puerta observé que había estado durmiendo en mi cama y cuando le pregunté qué hacía me respondió que necesitaba descansar y que no lo había hecho por largos años, que perdonara el haber tomado mi cama para ello.

Lentamente y mientras daba su explicación, fue acercándose hacia nosotras. Ninguna de las dos retrocedimos cuando nos dijo que no era necesario que llamásemos a la policía, pues cuando llegasen no lo encontrarían.

Sus palabras me hipnotizaban, me adormecían en algún lugar de mi mente, pero no de mi cuerpo. Dejé que se acercara más y más hasta que nos hallamos uno frente al otro mientras que mi hija no dejaba de observar muy atenta por cualquier peligro que pudiese suceder, pero ya le había dicho que se mantuviese quieta: así me lo pedía mi intuición femenina.

Su rostro se fue acercando al mío muy lentamente, como esperando que lo rechazara, pero no fue así pues yo esperaba todavía algo muy grande y duradero para el resto de mi existencia. Al final se detuvo un ligero instante, miró mis ojos que comenzaban a nublarse y luego puso sus labios en los míos carnosos que temblaban con ansia.

Y lentamente, muy lentamente, me dio el beso más tierno que jamás había recibido. Desde ese instante, en que nuestros labios se unieron yo comencé a sentir el principio de un orgasmo que nunca supe si venía de mi mente, de mi cuerpo o de ambos a la vez. Sólo sé que lo alcancé por completo y fue el más maravilloso con el que soñamos cualquier mujer.

Todo mi cuerpo se estremeció, al tiempo que sentía en diferentes partes una erupción muy especial  de mi piel que sabía se había puesto rosa intensa sin verla. Por una parte me dieron ganas de darle una bofetada, pero por otro lado tenía unos deseos inmensos que me costó resistir de abrazarle contra mis pechos cuanto me permitiesen mis fuerzas, para que se quedase por siempre conmigo. Pero mi hija estaba allí y me imagino que analizaba la situación por completo perpleja.
Tenía mi cabeza entre sus manos, tomada por mis lacios cabellos. Cuando retiró ligeramente su cabeza de la mía sin soltarla, quedamos mirándonos por un instante y luego me dijo muy quedo:

-¡Por favor! Nunca se corte sus largos y lacios cabellos.

Era la primera vez en muchos años que un hombre me daba una orden, pero aquello no fue una orden sino una súplica. No contesté, pero en mis ojos leyó que obedecería.

Con gran placer estaba muy mojada. Por mis piernas chorreaba una parte de lo que había sentido y que todavía me hacía vibrar. Por un instante pensé que él sabía lo que pasaba y mi hija también, pero no me importaba pues me sentía muy feliz, y cuando una mujer se siente feliz es capaz de iniciar un mundo nuevo lleno de paz y amor indestructibles.

Cuando regresé parcialmente a la realidad me di cuenta que tenía abrazado con fuerza al desconocido. El había puesto su mano izquierda en el lado derecho de mi cabeza y la apretaba contra su pecho, tal vez para que no me fuera. Así quedamos, él respirando muy profundo y yo con mis ojos cerrados viendo con detalle todo lo que tenía en mente.

Poco a poco aflojó su presión y al final quedé libre por completo, pero antes de retirarme le susurré junto a su pecho:

-Creo que debe marcharse –no quería que lo hiciese jamás, que se quedara con nosotras de forma permanente, pero las mujeres siempre tendremos un lado incomprensible donde a veces dirigimos las situaciones difíciles para tomar soluciones fáciles, porque nuestro instinto femenino nos dice que “esto regresará y entonces podrás controlarlo mejor, porque tú habrás ganado“.

Pero no siempre es así. Los hombres son diferentes: cuando tienen algo se aferran a ello y no lo sueltan, como el perro con su hueso, por eso algunos nos maltratan, nos acosan y a veces hasta nos matan, para que ningún otro nos pueda tener.

Se me quedó mirando a los ojos y me dijo con ellos plenos de ternura:

-Estos son mis datos –entregándome un papel donde había escrito algo.

Luego, lentamente se dio medio vuelta y se dirigió hacia la puerta de salida, pero en su camino se detuvo un instante al pasar junto a mi hija y con una mano rozó muy tierno su cabeza como alisándole sus cabellos. Mi hija esbozó una sonrisa cariñosa antes de que él siguiera su camino hasta llegar a la puerta, donde mientras la abría lentamente, giró y me miró por última vez.

En su mirada sentí que había muchísimo amor del que yo siempre quise tener para siempre, pero que jamás pude ni tocar. Quería correr y lanzarme a sus brazos, pero no lo hice. Por mis mejillas corrían unas lágrimas que nublaban mis ojos y que sólo me dejaron ver algo borrosa cómo su imagen  atravesaba la puerta y se cerraba tras él.

Mi hija se lanzó en mis brazos mientras me decía:

-¿Qué esperas mamá? ¡Se va y puede que jamás regrese! ¿qué esperas?

Pero yo estaba paralizada. Tenía tanto miedo. Y hoy día, después de todo este tiempo de esperar encontrarlo de nuevo en nuestra casa al regresar de alguna salida, sigo preguntándome sobre a qué le tenía miedo: ¿si a ser feliz, si a los hombres o si a mí misma por temor a perder mi tonta libertad imaginaria?

En este tiempo, mi hija investigó en Internet su nombre y descubrió su dirección, guiada por el papel que me dio. Su nombre sí estaba, pero sólo pude hablar con su hijo, ya mayor, y en el mismo negocio que le dejó su padre, quien falleció desde muchos años atrás, lo que le hizo dudar por completo de la historia que le contamos. Cuando nos encontramos con él nos dijo exactamente cómo era su padre, nos mostró fotos y eran el hombre que había tenido entre mis brazos.

No podíamos creerlo ni él tampoco, pero aquel hombre fallecido muchos años atrás, volvió a la vida para indicarme y mostrarme que la felicidad sí existe, qué es en realidad y que puede llegarnos de cualquier parte… ¡hasta del Mas Allá!




             El Bazar de Kalóniko
                                  EL REINO DE LAS MUJERES
                                   
A finales del Siglo XIX existió en la provincia rusa Smolensko un pequeño estado cuyo gobierno estaba a cargo de las mujeres. Dicho estado comprendía varias aldeas y al comenzar la primavera, la población masculina emigraba en masa a las grandes ciudades en busca de trabajo.
Durante su ausencia, que solía durar de 8 a 10 meses, las mujeres cultivaban los campos, construían viviendas, atendían sus hogares y se encargaban de los asuntos públicos.
Cuando se aproximaba la época del regreso de los varones, ellas preparaban todo lo necesario para festejar su llegada entre comidas diversas y bebidas.
Y por fin llegaba el encuentro de lo más festivo, llenando a sus hombres de extraordinarios honores.
Al grupo constituido por estas laboriosas mujeres se les llamó “El reino de las mujeres” porque llegó a constituirse en el más floreciente poblado ruso de la región, reconocido además por la emperatriz Feodorowna.

  CURIOSIDADES
                 por Kalóniko
                                    CAMISA NUPCIAL

La historia de los jerséis o suéteres comenzó en el siglo XVII cuando los marineros y pescadores del canal de Jersey y Guernesey, en las  Islas Británicas se cubrían con las prendas que sus mujeres les tejían con personal estilo, método que les permitía su identificación cuando alguno perecía ahogado. A mediados del siglo XIX se convirtieron en prendas de deporte, adoptando el nombre de sweater (sudadera). Cuando en las islas Aran de Irlanda hicieron de la producción de jerséis de lana su mayor ingreso, alcanzaron la fama mundial. A los suéteres de Aran se les conocía como la “camisa nupcial”, porque cuando un joven pescador recibía de su novia un suéter tejido por ella, significaba que su amor era correspondido y debía usarlo en el momento de la boda.


                   LAS DROGAS, por Nykur
                           (una reflexión)  

Aquellos dulces años en que viví en París los tengo a menudo en mi mente y cuerpo haciéndome vibrar a veces, ¿quién no?


 



Recuerdo que después del duro trabajo y los estudios en la noche, iba y pasaba un largo rato en el Quartier Latin (Barrio Latino), donde los había de ambos sexos y de varias razas, pero eso sí, todos latinos.

Terminábamos siempre bajo algún puente del río Seine sentados y cantando acompañados con guitarras, mientras pasaban el cigarro de mariguana de uno a otro para que le diera las chupadas a las que tenía derecho. Cuando me lo daban a mí se lo pasaba inmediatamente al que seguía sin jamás probarlo.

Nunca he probado ninguna droga y en aquellos tiempos hippies la mariguana era lo más natural. Es curioso, porque sin conocer ninguna clase de ella, sino tan sólo el olor del llamado actual “porro“, tengo las drogas metidas en el cerebro desde hace años.

Más de una vez tuve que ponerme mis pantalones y marcharme porque la pareja con la que me había metido en su colchón tirado en el suelo, muy a lo moderno-antiguo, me ofrecieron siempre mariguana “de la Golden“, que según ellas era de la mejor mariguana. A la mañana siguiente me llamaban pidiéndome disculpas, pero para mí su relación ya se había roto.

Como digo, tengo todas las drogas metidas en el cerebro porque el 70% de la población las usa en alguna forma sin importar el nivel que tenga, y si no puede costeárselas entonces consumen licor como bucaneros. En los hospitales les encanta dar morfina por cualquier tontería, diciendo simplemente: “¡Tómese esta pastilla!“, a lo que yo siempre contesto, porque seguí el semestre de Farmacología en la célebre universidad UNAM mexicana: “¿Qué es?“, y con esto ya se formó el lío porque ni quieren decir su componente.

Todos ofrecen algo al tiempo que definen “para meterse en onda“. No tienen relaciones sexuales si no se han “tomado algo“. Salen el fin de semana a emborracharse y/o drogarse. En las playas de verano españolas corren las pastillas por cientos de miles, dependiendo del lugar. Salen al mercado tantas variantes de drogas que antes de que desaparezca una, el Departamento de Antivicio ya tienen otra en el mercado.

Las cortan y mezclan en tal manera para obtener más beneficios que suelen convertirse en algo demasiado peligroso. Tenga cuidado de lo que le dan en el hospital, porque de ahí también puede salir adicto, no sería el primero.

Es el mercado de actualidad. Algunos no se alimentarán bien como es debido, pero se drogan que da gusto, aunque sea con las raíces de ciertas plantas. ¡Hoy día cuesta tanto mantener a los hijos fuera de ellas!

 

 Mi “jiedin" las drogas.




 LA CAJA DE PANDORA
                             (PREDICCIONES)
                           (Información completa en el Blog no.125)

 

Estamos a punto de dar un giro significativo a la existencia. Para los más fuertes será positivo y los débiles se quedarán más rezagados de lo que ahora están por haber vivido dormidos la mayor parte del tiempo.




        PENSAMIENTOS, REFLEXIONES Y CONSEJOS
                             de Nykur

* El peligro que no se ve es el que menos se teme.

* El amor humano es muy a menudo un refugio de cobardes.

* Si quieres tener éxito, la primera persona que debe creer en tus palabras, eres tú.
 

* Con la edad, o te ablandas o te endureces. Tienes pocas probabilidades para escoger, es algo natural.





POESIA de NYKUR

 









Esta mañana, mi primer esfuerzo
fue quitarle la hoja al calendario.
Me vi ridículo.
Me vi ridículo al contemplar el día, mes y año.
Y me froté los ojos murmurando:
-Vives adelantado.

                *          *          *

¿QUÉ ME CONVIENE? 

Cazar a mis enemigos antes de que ellos me cacen.

LA PREGUNTA:

¿No es cierto que cuando intento algo lo consigo y que lo único que me falta es decisión inicial?


         SUPERTERRESTRE         
            POR UN MUNDO MEJOR …

 
EL SUPERTERRESTRE, es el ser más desinhibido que conozco y eso le da una gran libertad.
        Nykur.

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                                   11mar17

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