KALONIKO-NYKUR
(UN POCO DE TODO)
EL PAIS MAS SEGURO DEL MUNDO
por Nykur
He vivido en muchos lugares
fríos y en todos ellos he sentido siempre algo especial creativo, pero jamás lo
que siento cuando vivo en Islandia.
Como la isla entera es
producto de una gran actividad volcánica durante una inmensidad de años, su
musgo y con más razón su césped, son una maravilla más de la naturaleza. A
menudo se levanta ese ligero viento nórdico disfrazado de brisa en ocasiones
que corre a ras del suelo formando figuras juguetonas en el césped que se
mueven en zig-zag, y es entonces cuando me pregunto cómo puedo convertir tal
belleza en palabras para expresar lo que siento, pero termino bañado por una
tristeza inmensa que me invade sin saber de dónde viene.
Si busca usted en Internet
el país más seguro del mundo le dirá que es Islandia, y es verdad. Si le
ponemos en la balanza de la vida humana, nos daremos cuenta que en mucho tiene
más cosas buenas que cualquier otro y esa balanza no miente.
No es lo rural que muchos
piensan, lo que sucede es que estamos acostumbrados a ver miles de personas
yendo y viniendo por todos lados y la falta de esa multitud en Islandia crea en
ciertas personas una sensación de soledad y vida interior que surge en cuanto
desaparecen de su vista. Islandia es un país tecnológicamente a la altura de
cualquier otro, allí existe alta tecnología en ingeniería biomédica dedicada a
la fabricación de prótesis elaboradas de fibra de carbono especialmente para
atletas, las cuales no pueden hacerse con la misma precisión en otros países.
Ahí está la matriz.
Y no digamos nada sobre la
energía geotérmica, en la cual son líderes mundiales.
En Islandia existe en el
aire, en el ambiente, en sus paisajes y en su forma de vida, esa inspiración
que requiere la persona creadora. Es más fácil crear estando allí y por eso
tienen topes altísimos superiores a muchos otros lugares en diferentes ramas.
Es curioso cómo han bajado los cocientes de inteligencia en ciertos lugares del
planeta (IQ), mientras que en Islandia se han mantenido y hasta en determinados
aspectos se han superado en varios puntos.
Es el lugar adecuado para
existir pegado a la naturaleza tan cerca, que ciertos científicos lo buscan y aconsejan.
Solamente observar la rabiosa fuerza de la atronadora catarata Dettifoss,
engrandece el espíritu. También ver en las calles bancas por todos sitios y
gente sentada en ellas leyendo.
La mayoría de personas, al
oír la palabra Islandia, lo primero que traen a su mente son seis meses de día
y seis meses de noche, y eso les abruma: es lógico porque debemos estar en
cierto modo preparados para un cambio tan drástico. En los seis meses de
oscuridad ésta no es total, también los cambios del tiempo desorientan un poco
a cualquiera que no esté acostumbrado, pero esto debe entrar en algún brazo de
la balanza en el momento de sopesar el todo.
Esas personas que piensan
siempre en el Caribe, el sol, la hamaca, el sudor constante y la temporada de
huracanes, debe olvidarse de Islandia. Islandia es para otra clase de personas,
principalmente para quien desea o busca la existencia con una seguridad
personal casi absoluta en una especie de otro mundo, pues las pocas excepciones
que existen son causadas por los turistas o inmigrantes, y es triste decirlo.
La criminalidad es cero.
La vida es un poco más cara
que en muchos otros países, pero los emolumentos también son más altos. Esto se
debe a que la mayoría de productos son importados de países vecinos. El arte se
transpira por todos lados, la gente es muy agradable y abierta, ayudan sin que
se les pida, hacen sentir seguridad con solo mirarles, son gente integrada,
cosa que falta en todos los demás países que conozco y son muchos, aunque la
afluencia de inmigrantes está cambiando en cierto modo el sistema de vida y eso
es malo, pues ellos acarrean mucho de lo dañino que tienen en sus respectivos
países.
Recuerdo las palabras de
Sócrates transferidas a nosotros por medio de Platón. Afirmó que cada quien
debería vivir siempre en el país en que nació, y que así sería como todos
estaríamos bien y en paz, pero
eran otros tiempos y muchas cosas estaban hechas y dichas a medias. El se
olvidó de añadir que esto era solamente para quien no se integrase al sitio
donde fuese a residir, no de esos seres que intentan llevar sus costumbres,
religiones, deseos de poder y leyes a la fuerza donde ya están completamente
civilizados y no necesitan que alguien vaya e intente meter la discordia, como
actualmente sucede con la mayoría de ciertos grupos inmigrantes en el mundo,
quienes primero crean un frente buscando adquirir poder y después exigen unos
derechos, que son inventados en su propio beneficio, claro está, sin tener en
cuenta que les dieron cobijo: ¿por qué no se quedan en su país natal y forman
allí sus problemas?
Los islandeses respetan los
lugares verdes en extremo. No necesitan policía para cumplir lo estipulado,
aunque la tengan. Su turismo ha subido, pero en ocasiones es una muestra
engañosa de progreso superlativo, si se trata, como suele suceder, del turista
que lleva su mochila todo el tiempo a la espalda, pues la mayoría en ella
acarrea hasta lo que ha preparado para comer durante el día, ya que tiene una
planeación de gastos que sólo puede abastecer a unos cuantos jilgueros. El
turismo que sube o desarrolla un país es el que jamás se fija en lo que cuesta
esto o aquello.
Los islandeses son amables
mediante detalles que no se aprecian en personas de otros países. Debo
reconocer que la cantidad de habitantes en Islandia, unos 340,000 en total, con
dos tercios en la capital nada más, representan un factor significativo en la ecuación. Tal vez convendría
realizar otro análisis si fuesen diez o quince millones en la simple capital,
que es cuando un país representa un mercado que da beneficios para cualquier
intento de penetración corruptiva. Ahora no le interesa a ninguna mafia ni
grupo de destrucción masiva o narcotraficantes y esperemos que el Gobierno
Islandés se mantenga firme en no permitir la filtración del control foráneo.
Sea como sea, están muy bien
organizados en lo que más se requiere, son ordenados, respetuosos, civilizados
en alto grado, tienen carácter y son atentos como para querer regresar a
menudo, pero sin mochila y sin contar las habichuelas todo el tiempo, sino
disfrutando plenamente de tanto bueno como tiene el país y su gente, y que si
algún día llegase a faltarnos, créame que nos sentiríamos muy, pero muy mal.
Tiene un algo en el aire. En sus paisajes y ese ambiente que se respira nos
sirven para relajarnos como se debe, reflexionar y renovarse al fin.
No intente aprender islandés
pues es muy difícil. Todos se dirigirán a usted en inglés, para ellos es su
segunda lengua oficial, podría decir, aunque no esté declarada como tal. Los
inviernos son un poco rudos algunos años, pero tienen todo lo necesario para
que usted los sienta como una extensión de la creatividad que le embarga.
Un recuerdo que jamás
olvidaré fue el de cierta ocasión en que me detuve para permitir que atravesaran
numerosas vacas la carretera # 1. Iban guiadas y controladas por dos perros
ovejeros, pero uno de ellos fue el que me dejó grabado un recuerdo para
siempre: El perro era de estatura mediana, más bien grande, blanco y negro, con
su rabo largo y siempre agachado. La cabeza también baja observando al mismo
tiempo cuanto pasaba a su alrededor. Iba de una en otra vaca creando una hilera
que cruzaba la carretera continuamente, gracias a este perro principal. Cuando
todos los animales estuvieron casi del otro lado y comenzaban a bajar una
pequeña pendiente, el perro se quedó detenido transversal a mi coche parado en
medio de mi lado de la carretera para impedirme todavía el paso, con su rabo y
cabeza ambos abajo y continuamente mirándome a mí y a las vacas.
Yo no dejaba de sonreír y
admirar el instinto del animal. Cuando hubo terminada su labor, se fue rápido
terraplén abajo, lanzándome todavía una última mirada, como diciendo: “¿Qué te
creías, que ibas a pasar entre mis vacas?“. Saqué mi cabeza y mi mano por la
ventanilla y saludé al vaquero que se hallaba ya lejos. El me devolvió el
saludo con una sonrisa.
El ser humano es tan
destructivo como creativo. Hasta la fecha su balanza está bastante más
inclinada del lado primero. Me angustia el solo pensar que puede llevar
Islandia por el mismo camino que ha llevado a todos los demás países en el
planeta. Espero que la cordura que posee le indique que conviene mantener ese
país como muestra de lo que podemos ser todos sin necesidad de canturrear en
algunos discursos políticos la
frase que ya se hace odiosa: “El
Nuevo Orden Mundial“, y luego no mover ni un dedo en dirección positiva.
Islandia es hoy nada menos
que el país más respetado del mundo y quien no lo crea, pues … ¡ahí está! ¡que
vaya!
MODA Y VANIDAD
(BLOOMERS)
por
Kalóniko
En una de sus apariciones
ante mí, Moda y Vanidad quisieron remontarse a las postrimerías del siglo XIX
cuando cobraron fama los vestidos con enormes vuelos acompañados por crinolinas.
Estos vestidos tan amplios motivaron el uso de calzones femeninos que no eran
otra cosa sino cubos de lino blanco que bajaban sólo a las rodillas y servían
para cubrir las piernas de las recatadas damas cuando quedaban al descubierto
por el viento indiscreto al balancear las crinolinas.
La feminista norteamericana
Amelia Bloomer quiso aprovechar esa corriente –no de aire- para difundir una
moda revolucionaria en aquel entonces consistente en falda corta y pantalones
largos y abombados. ¡Gran fracaso! Pues no tuvo el éxito anhelado en ese
tiempo, pero transcurrido medio siglo, Moda recordó que tal innovación hizo su
aparición nuevamente cuando la bicicleta apareció en el ámbito del deporte.
Aquella moda “ridícula“ de los bloomers tomó su lugar como ropa deportiva en
boga para pasear en bicicleta. Moda y Vanidad se las ingeniaron para que de ahí
a los pantalones rectos y shorts para mujeres, no transcurriese tanto tiempo.
POESIA, de Nykur
No recuerdo tus ojos, tu boca,
ni el color que tenían tus cabellos.
Ni la risa que dicen regalabas.
Ni siquiera tu nombre recuerdo.
No recuerdo si un día te quise,
o si aún te quiero,
¿eras joven, alegre, bonita?
Recuerdo que un día …
¡Cállate memoria! El recuerdo murió
con el tiempo.
CURIOSIDADES
de Kalóniko
El siglo XX nació y
con él, la moda, la elegancia y lo "chic" tomaron su lugar en el
mundo del vestir. De la elegancia se mencionaba que la mujer parecía una
escultura por su belleza, pureza y la gracia de sus líneas, considerando a las
parisienses portadoras de tal calificativo. Referente a lo chic, hace cien años
decían que era una expresión esencialmente de París con significado de
"pintoresco, coqueto, sutil, de buen gusto, supremo e imprevisto", y
de la moda, se seguían las observaciones de Gustavo Adolfo Bécquer: una
"mujer a la moda" debía tener alrededor de 30 años, parecer
agradable, aunque no necesariamente bonita, ser rica, libre y poseer talento.
Pero claro, que toda esta descripción de moda, elegancia y chic, el mundo del
marketing lo actualizó con expresiones como fashionista, trendy, cool y otros
términos, sin tener en cuenta si son anglicismos, galicismos o de otro origen.
PENSAMIENTOS, de Nykur
Y cuando ya estés completo, ¿qué harás?
Tú eres el arma más poderosa de tu guerra.
Si las cosas perduran o aumentan con la distancia, es que son
verdaderas.
Si estallase una guerra mundial, el racismo sería lo primero
que afloraría.
POR UN MUNDO MEJOR . . .
EL SUPERTERRESTRE guarda en su interior el sistema de vida
que todos quisiéramos disfrutar, pero no siempre puede exponerlo ante los
demás, pues a esta clase de seres les tachan de locos, o fuera de lugar.
Nykur.
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14jun14
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